Cerrar siempre con llave la puerta de acceso a la vivienda. Comprobar que todos los accesos estén bien cerrados por la noche y en nuestra ausencia. No dejar las llaves puestas en la cerradura, ni debajo del felpudo de la entrada, ni en el buzón ni ningún otro escondite en el exterior del domicilio. En caso de pérdida de las llaves, cambiar la cerradura.
No abrir nunca la puerta a desconocidos.
Solicitar la correspondiente acreditación al personal del agua, el gas, la luz, el teléfono , etc. Comprobar la veracidad del servicio llamando por teléfono a la compañía correspondiente. Obtener dicho teléfono por medios propios, no utilizar el teléfono que facilite el eventual instalador.
Recoger cada día la correspondencia del buzón, para evitar que terceras personas puedan obtener nuestros datos personales.
Asegurarse siempre de que la puerta de entrada al edificio queda bien cerrada, evitando de este modo el acceso a cualquier desconocido. Si la vivienda cuenta con portero electrónico, no abrir la puerta de acceso al edificio a no ser que se conozca la identidad del visitante.
Proteger el domicilio con una puerta blindada de anclaje múltiple y un cerrojo interior de cadena u otro dispositivo similar. Si las ventanas son accesibles desde la calle, colocar rejas u otro elemento de barrera.
Si se vive en una vivienda aislada, instalar temporizadores de encendido automático de luces interiores o exteriores.
En vacaciones, asegurarse de dejar bien cerrados todos los accesos a la vivienda. Dejar todos los objetos valiosos en lugares seguros. Es recomendable avisar de la ausencia a personas de confianza e, igualmente, evitar que dicha circunstancia llegue a oídos extraños. No dejar señales visibles de que se está fuera de casa; por ejemplo, pedir a algún vecino que recoja la correspondencia del buzón. No dejar mensajes en el contestador automático que informen de las vacaciones; es preferible activar el desvío de llamadas para poder responder al teléfono.
Si se guardan objetos de valor en el domicilio, se debe contar con medidas de protección adicionales y efectivas. Es recomendable comprobar que la empresa instaladora esté homologada y cumpla con todos los requisitos legales.
Guardar los documentos de compra de todos los electrodomésticos y demás elementos valiosos, para facilitar la identificación de los aparatos en caso de robo. Es conveniente llevar un inventario con el número de serie, marca, modelo y fecha de compra.
Si se sospecha que hay intrusos en el interior del domicilio, no entrar en él, evitar el enfrentamiento y avisar inmediatamente a la policía.
Si se descubre que ha habido un allanamiento, no tocar nada y llamar inmediatamente a la policía.
Conectarla siempre que no haya nadie en el domicilio y por la noche, cuando todos sus ocupantes estén durmiendo, activarla en modo parcial.
La alarma debe estar conectada a una central receptora que avise a la policía.
La alarma se ha de instalar y utilizar siguiendo las instrucciones del instalador, y en un lugar de difícil acceso.
No dejar llaves en el interior del vehículo.
No dejar objetos a la vista (ropa, aparatos electrónicos, etc.)
Si el vehículo está dotado de alarma, conectarla cuando quede aparcado en el garaje.
Cuando se sale o se entra en el parking, comprobar que la puerta cierra correctamente y que no es posible el acceso para ninguna persona no autorizada.
Es recomendable y muy útil disponer de sistemas de videovigilancia.
Hacer una valoración de los sistemas de seguridad de que se dispone en la actualidad en el interior, el perímetro y los accesos a la empresa o comercio. Corregir los puntos deficientes a la mayor brevedad.
Hacer revisiones periódicas de los sistemas de seguridad instalados.
Todo el personal ha de ser consciente de las medidas de seguridad instaladas no deben ser del dominio público.
Si no se dispone de vigilante de seguridad, al menos sí se debe designar a algún empleado de confianza para que conozca los sistemas de detección instalados y se responsabilice de conectarlos al final de la jornada.
En el momento de cerrar, asegurarse de que no queda nadie en el interior del local. Asegurarse, igualmente, de que todos los accesos están cerrados y de que queda conectada la alarma y el resto de dispositivos de seguridad.
Si se cierra la empresa o el comercio por algún tiempo (vacaciones), no dejar de pasar de vez en cuando por ella para comprobar que todo esté en orden.
Instalar puertas y cerraduras de seguridad. Incluso, según el caso, se puede plantear la instalación de puertas de tipo esclusa, con un sistema que evite la abertura de dos puertas a la vez.
Llevar un control del número de copias de llaves y de las personas que disponen de ellas.
No acumular demasiado dinero en cajas fuertes y/o cajas registradoras, ni en cajones o armarios. Es conveniente efectuar ingresos frecuentes en las entidades bancarias, y cada vez que se lleve dinero, que no sean cantidades muy elevadas, ni siempre a la misma hora o a los mismos lugares.
Limitar dentro de lo posible las vías de acceso al establecimiento, para facilitar el control y dificultar la huida en caso de robo.
No dejar material susceptible de ser sustraído fuera de las instalaciones cerradas de la empresa, ni a la vista de quien pueda circular por la calle.
Si se detecta algún vehículo con personas en su interior que puedan estar vigilando las instalaciones, avisar a la policía.
Siempre que sea razonable por el valor de éstos, instalar chips de seguridad en los productos expuestos o almacenados.
Es muy aconsejable disponer de una alarma sonora, conectada a una central receptora de alarmas.
En algunos casos, específicamente en algunos comercios, puede ser conveniente la instalación de un circuito cerrado de televisión para videovigilancia y grabación de imágenes, Las cámaras deben estar dirigidas a los accesos, al perímetro y a los lugares en los que haya objetos susceptibles de ser sustraídos. El sistema utilizado para captar las imágenes no debe encontrarse en el mismo lugar para que los delincuentes no puedan tener acceso a las grabaciones.
Si se sospecha que hay intrusos en el interior de las instalaciones, no entrar en ellas, evitar todo posible enfrentamiento y avisar inmediatamente a la policía.
Si se descubre que ha entrado personal no autorizado en el comercio o empresa, no tocar nada y llamar inmediatamente a la policía.
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